Senderismo: Los peligros de la naturaleza

Hay dos tipos básicos de peligro que denominaremos Propios y Ajenos.

  1. LOS PELIGROS PROPIOS dependen directamente del senderista. La elección de un itinerario excesivo para nuestras posibilidades. El cansancio, la falta de hidratación, la obsesión por llegar a un punto determinado, no tener en cuenta la duración de la luz diurna, son factores que dependen de las personas. Por eso debemos conocer nuestros límites, y los de quien nos acompañe.
  2. LOS PELIGROS AJENOS no dependen de nosotros, hasta cierto punto, tormentas, zonas de fuerte insolación, desprendimientos de piedras… no son controlables por el excursionista, pero si puede estar prevenido contra ellos. Un vistazo al parte meteorológico, unas preguntas en el refugio de comienzo de etapa, un material adecuado en la mochila podemos aminorar las consecuencias de un peligro ajenos.
Un pequeño BOTIQUÍN nos será de ayuda, material de curas (si vamos con niños debemos saber que las tiritas de dibujos curan mucho más que las normales), alguna pomada antiinflamatoria y analgésicos, por ejemplo serían suficiente para nuestra actividad.

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